viernes, 7 de agosto de 2015

TRASTORNOS DE LENGUAJE





los trastornos del habla y el lenguaje


El término trastorno de la pronunciación abarca una serie de problemas. Un problema común es cuando su hijo tiene dificultad para pronunciar ciertos sonidos o palabras. Otro ejemplo de problema del habla es el tartamudeo, que ocurre cuando el niño no habla con fluidez o cuando la palabra no le sale. 


Los problemas de lenguaje son diferentes. Estos problemas están más relacionados con los significados que con los sonidos. Los trastornos del lenguaje son generalmente más serios que los problemas de pronunciación (a menos que el habla de su hijo sea entendible). 

Los trastornos de la pronunciación y el lenguaje son los problemas de desarrollo más comunes entre los niños en edad preescolar, y afectan entre el 5% y el 10% de ellos. 

Estos trastornos son más comunes en niños que en niñas. De acuerdo con el Instituto Nacional de la Sordera y Otros Trastornos de la Comunicación (National Institute on Deafness and Other Communication Disorders -NIDCD), en los Estados Unidos hay entre 6 y 8 millones de personas con algún tipo de trastorno del lenguaje. 

Los niños con estos problemas también pueden tener problemas de conducta. Esto puede deberse a la frustración que sienten por no poder comunicarse. Por esta razón, es mejor comenzar las terapias del habla y el lenguaje lo antes posible. 


Los trastornos del lenguaje son los trastornos que involucran el procesamiento de información lingüística. Los problemas que se pueden experimentar pueden implicar la gramática (sintaxis y/o morfología), la semántica (significado), o de otros aspectos del lenguaje.

Estos problemas pueden ser receptivos (que implica alteración de la comprensión del lenguaje), expresivos (que implica la producción del lenguaje), o una combinación de ambos.

Tenga en cuenta que éstos son distintos de los trastornos del habla, que implican dificultades con el acto de la producción del habla, pero no con el lenguaje.

Los diferentes tipos de trastornos del lenguaje no sólo afectan el habla, sino que también implican la lectura, escritura y escucha. Comportarse adecuadamente en situaciones sociales, la comprensión de los demás y hacerse entender son luchas comunes de la gente con trastornos del lenguaje. La afasia, el procesamiento auditivo y trastorno semántico pragmático son unos pocos ejemplos de los muchos tipos de trastornos del lenguaje.


Causas

Para la mayoría de los bebés y niños, el lenguaje se desarrolla de manera natural comenzando en el nacimiento. Para desarrollar el lenguaje, un niño debe ser capaz de oír, ver, entender y recordar. Los niños también deben tener la capacidad física para formar el discurso.

Hasta 1 de cada 20 niños tiene síntomas de un trastorno del lenguaje. Cuando la causa se desconoce, se denomina trastorno del desarrollo del lenguaje.

Los problemas con las habilidades lingüísticas receptivas comienzan generalmente antes de los cuatro años de edad. Algunos trastornos del lenguaje mixtos son ocasionados por una lesión cerebral. Estas afecciones algunas veces se diagnostican de manera errónea como trastornos del desarrollo.

Los trastornos del lenguaje pueden ocurrir en niños con otros problemas del desarrollo, trastornos del espectro autista, hipoacusia y dificultades de aprendizaje. Un trastorno del lenguaje también puede ser causado por daño al sistema nervioso central, el cual se denomina afasia.

Los trastornos del lenguaje en raras ocasiones son causados por falta de inteligencia.

Los trastornos del lenguaje son diferentes al retraso en el lenguaje. Con este último, el niño desarrolla el habla y el lenguaje de la misma manera que otros niños, pero posteriormente. En los trastornos del lenguaje, el habla y el lenguaje no se desarrollan normalmente. El niño puede tener algunas habilidades del lenguaje, pero no otras; o la manera como estas habilidades se desarrollan será diferente de lo normal.

Síntomas

Un niño con trastorno del lenguaje puede tener uno o dos de los síntomas de la lista de abajo o muchos de los síntomas y pueden ir de leves a graves.

Los niños con un trastorno del lenguaje receptivo tienen dificultad para entender el lenguaje. Ellos pueden tener:


  1. Dificultad para entender lo que otras personas han dicho.
  2. Problemas para seguir instrucciones que se les dicen.
  3. Problemas para organizar sus pensamientos.
Los niños con un trastorno del lenguaje expresivo tienen problemas con el uso del lenguaje para expresar lo que están pensando o necesitan. Estos niños pueden:


  • Tener dificultad para juntar las palabras en oraciones o sus oraciones pueden ser simples y cortas y el orden de las palabras puede estar errado.
  • Tener dificultad para encontrar las palabras correctas al hablar y con frecuencia usar muletillas como "um".
  • Tener un vocabulario que está por debajo del nivel de otros niños de la misma edad.
  • Dejar palabras por fuera de las oraciones al hablar.
  • Usar ciertas frases una y otra vez, y repetir (eco) partes o todas las preguntas.
  • Emplear tiempos (pasado, presente, futuro) inadecuadamente.
  • Debido a sus problemas del lenguaje, estos niños pueden tener dificultad en ambientes sociales. A veces, los trastornos del lenguaje pueden ser parte de la causa de problemas conductuales serios.


Consecuencias y repercusiones de la falta de estimulación en los niños



 El conocimiento de las estructuras biofisiológicas y psíquicas se encuentran en proceso de conformación durante la edad preescolar, unido a la consideración de la plasticidad del cerebro humano, y a la existencia de los períodos sensitivos del desarrollo, condujo, por su extraordinaria importancia y repercusión en la ontogénesis del individuo, a la concepción de la necesidad de estimular estas condiciones del psiquismo humano desde las más tempranas edades.

La concepción de estimulación temprana surgió como algo necesario para todos los niños y niñas, en especial para aquellos carenciados, con limitaciones físicas o sensoriales, con déficits ambientales, familiares y sociales, lo cual va a traer en el curso de los años, y cuando ya la estimulación en las primeras edades se valora para todos los niños y niñas, confusiones semánticas y terminológicas, que conducen inexorablemente a una diatriba sobre la utilidad, el enfoque y el alcance del concepto de estimulación temprana.

La falta de estimulación podía retardar el desarrollo del sistema nervioso, pero a su vez no lo acelerar significativamente si no estaban creadas las condiciones internas del mismo
Por supuesto que la atención a los niños y niñas con déficits biológicos o psicoambientales constituye un deber y una necesidad, además de un derecho, de estos menores, de la sociedad hacia estos niños y niñas, por las implicaciones que tales déficits y carencias tienen para su desarrollo, y de cómo esto puede ser remediado, al menos paliado, con la intervención temprana y una estimulación que propicie el desarrollo.

La estimulación propiciada tardíamente, como sucede cuando el niño o niña tiene ya tres años, también logra mejorías en el desarrollo intelectual de estos niños, pero nunca llegan a alcanzar el nivel de logro de los que empezaron a una edad más temprana.
El hecho de alcanzar el año y medio de edad sin un programa de estimulación en estos niños de alto riesgo, determina en muchos de ellos la presencia de déficits cognoscitivos que ya son valorados como irreversibles.

Los niños en el primer año de vida, a través de una adecuada estimulación sensorial, logran madurar las áreas que permiten el desarrollo del lenguaje y el habla. Cuando esto no se logra, debido a causas como la sobreprotección, la falta de estimulación, daños emocionales, el bilingüismo mal empleado o falta de maduración cerebral, entre otras, el niño presentará un desarrollo del lenguaje o del habla no adecuada, provocando que su comunicación se vea interferida de una u otra manera. Se logran ver características como poco vocabulario, habla incomprensible, la no producción de ciertas letras o de palabras en su mayoría largas, la ausencia de una estructura clara en la oración que utiliza, pocas ideas, entre otras.

El lenguaje son todas las ideas de donde escogemos las palabras, el tipo de oración y la manera en la que se quiere decir la expresión, entre otras, para darnos a entender y asimismo, comprender lo que otros dicen; a partir de aquí, cualquier alteración en este proceso provocaría una patología del lenguaje y por consiguiente repercusiones en el ámbito emocional, personal y social.

Los factores ambientales, afectivos y emocionales influyen en el habla del niño, por ejemplo, podría tartamudear, por lo que se debe regular el nivel de excitación emocional, logrando control sobre la conducta, la tolerancia afectiva y la expresión de emociones. Todo esto ayuda a la emisión coordinada y consciente del habla que se lleva de la mano con la percepción dada desde el cerebro hasta los movimientos realizados al hablar.



 TRASTORNOS DEL LENGUAJE
afasia .
 Es un ejemplo de los tipos adquiridos de los trastornos del lenguaje. Este trastorno se describe el deterioro parcial o total de la comprensión o producción de escrito o lenguaje hablado. Se adquiere, lo que significa que no está presente en el nacimiento, sino más bien es un efecto secundario de la lesión cerebral. Tumor cerebral, derrame cerebral y hemorragia cerebral son algunas de las condiciones que pueden causar afasia. También llamado disfasia.
Trastorno de procesamiento auditivo
, también llamado trastorno del procesamiento auditivo central. Es uno de los tipos menos comunes de los trastornos del lenguaje, que afecta a alrededor del 5 por ciento de los niños. El problema se debe a una disfunción en la comunicación entre los oídos y el cerebro, dejando a los niños incapaces de comprender el habla correctamente. Las personas con este trastorno por lo general pueden oír sonidos con normalidad, y el problema se produce en el procesamiento de la información auditiva, tales como la diferenciación entre palabras que suenan similares
. Es uno de los tipos más comunes de los trastornos del lenguaje. Este trastorno describe una incapacidad para procesar símbolos gráficos, tales como los de lenguaje escrito. El problema no está relacionado con la visión, sino más bien el tratamiento y la comprensión de lo que se está viendo. Las personas con dislexia tienen dificultad para conectar letras de las palabras a los sonidos del lenguaje. Un signo precoz de la dislexia es a menudo difícil de rima.
Sigmatismo.
 también son tipos comunes de los trastornos del lenguaje. Este trastorno se describe una persona que no puede hacer un sonido de voz específica. Interdental, lateral y palatina son los tres tipos de ceceo. Los sigmatismos interdentales se producen cuando la lengua obstruye discurso al entrar en entre los dientes mientras trataba de hacer un sonido. Los sigmatismos laterales se producen cuando el aire escapa de los lados de la lengua, y un sonido húmedo se produce que impide el habla adecuada. Por último, un sigmatismo palatina es causada por la sección media de la lengua tocando el paladar blando.
Trastorno semántico pragmático.
 Es uno de los tipos de trastornos del lenguaje vinculados al autismo. Este trastorno se pensó originalmente para ser separado del autismo, pero los hallazgos recientes han demostrado que muchas personas con autismo también tienen este tipo de trastorno del lenguaje. Entender a los demás y comunicarse de manera efectiva, es muy difícil para las personas con este trastorno. Confundir las palabras que yo y tú, dificultad para entender las cuestiones que impliquen por qué y cómo, y repitiendo frases fuera de contexto, a menudo de un programa de televisión, son algunos de los síntomas comunes del trastorno semántico pragmático.


Disfonía
Es un trastorno o alteración del tono o timbre de la voz en su emisión provocado: por un funcionamiento prolongado que fatiga los músculos de la laringe o por un trastorno orgánico
Puede ser crónica o transitoria.
Dislalias
Es un trastorno o alteración en la articulación de los fonemas o sonidos: bien sea porque se omiten algunos de ellos o porque se sustituyen por otros.
Disfasias
No hay mucho acuerdo sobre su definición.
Se aplica a aquellos niños con un trastorno severo del lenguaje, tanto en la comprensión como en la producción y cuyas causas no se explican por problemas sensoriales, intelectuales, neurológicos...
Suelen ir asociadas a otros trastornos (atención dispersa, aislamiento...)
.
Disfemia o tartamudez
Consiste en la dificultad de mantener la fluidez normal del habla, dando lugar a la repetición rápida de sonidos o sílabas, provocando bloqueos al intentar pronunciar una palabra.
Farfulleo
Se trata de una alteración en la fluidez del lenguaje, en la que el individuo habla a gran velocidad, articulando desordenadamente.


sábado, 1 de agosto de 2015

LA DIFERENCIA ENTRE EL HABLA Y EL LENGUAJE Y RECURSOS QUE FAVORECEN EL LENGUAJE





¿Qué es el habla, el lenguaje y la comunicación?

"habla," "lenguaje," y "comunicación" se refieren a conceptos diferentes que están relativamente relacionados. A veces los niños se desarrollan de maneras diferentes en una área comparada a la otra. Hay un gran beneficio entender estas diferencias y observar el desarrollo de su niño/a en estas áreas.



El Habla
Habla se refiere a los sonidos que hacemos cuando usamos el lenguaje. Algunos niños tienen problemas en hablar con claridad suficiente para ser entendidos, o incluso hablar de por sí. Algunos niños tienen problemas para hablar a pesar de que entienden el idioma muy bien y están ansiosos de comunicarse. Pueden tener problemas, por ejemplo, con el uso de su voz o en mover la boca. Es importante ayudar a los niños a comunicarse y compartir sus pensamientos a pesar de sus habilidades del habla.

El Lenguaje
Hay niños que hablan claramente y demuestran buenas habilidades de comunicación socialmente pero tienen dificultades en entender el lenguaje y en organizar sus pensamientos en oraciones completas, historias o ensayos. A estos problemas se les llama dificultades de lenguaje. El lenguaje es un sistema de símbolos (palabras) organizados por reglas (gramática). La mayoría de los lenguajes del mundo son hablados pero hay unos que son señalados como la lengua de las señas. Los niños con impedimentos de habla pueden tener mucha dificultad expresando sus pensamientos en una manera organizada o dificultad entendiendo mensajes complicados.


La Comunicación
Comunicación es el lenguaje en acción. La gente se comunica cuando se conectan socialmente y logran un entendimiento. Nosotros frecuentemente nos comunicamos usando lenguaje oralmente, pero la comunicacíon se puede lograr de muchas otras formas también. Por ejemplo, se puede lograr con expresiones de la cara, gestos, lenguaje corporal, o dibujando. Los niños pueden tener dificultad comunicándose socialmente aunque ellos puedan hablar claramente y usar el lenguaje muy bien formulado. Por ejemplo, los niños pueden tener dificultades entendiendo las reglas sociales de conversaciones o entendiendo las reglas sociales de la vida.





LA DIFERENCIA ENTRE EL HABLA Y EL LENGUAJE 


A menudo se confunden los términos habla y lenguaje, pero existen diferencias entre ellos:


·           · El habla es la capacidad de emitir sonidos y de hablar.
·          · El lenguaje consiste en la forma en que se ponen juntas las palabras para expresar ideas (lenguaje expresivo) y la capacidad de entender los que dicen otras personas (lenguaje receptivo). Es decir, entender y ser entendidos a través de la comunicación. La escritura, el lenguaje por señas, los sonidos o cualquier otro método para dar y recibir información implica que se tiene el conocimiento de cómo mantener una conversación.


Aunque los problemas del habla y los del lenguaje son distintos, a menudo aparecen juntos. Su hijo puede tener sólo un problema de habla, sólo un problema de lenguaje, o ambos. Aunque se conocen muchas de las causas de estos problemas, en ocasiones la razón es desconocida. 


La comunicación y el lenguaje son dos aspectos que se suelen confundir. El niño durante el primer año de vida desarrolla las bases necesarias para la aparición del lenguaje oral, sus primeras palabras. Hasta ese momento el niño ya es capaz de comunicarse con las personas de su entorno aunque aún no hable.


Desde que nacen, los niños muestran un especial interés hacia la voz humana y, aunque nos puede dar la impresión de que comprenden lo que les decimos, en realidad lo que entienden son las situaciones en las que se emplean esas palabras.

Las primeras etapas del desarrollo del lenguaje son fundamentales y constituyen la base para un correcto desarrollo del lenguaje. Pero esto no quiere decir que no aparezcan dificultades posteriores, ya no sólo en el lenguaje, sino también en su habla (ceceo, rotacismo /r/…), en su comunicación (tartamudez) e incluso en el aprendizaje del lenguaje escrito. Un adecuado desarrollo en las primeras edades facilita la adquisición de habilidades más complejas pero no las garantiza. 


PAUTAS GENERALES PARA LA ESTIMULACIÓN DEL LENGUAJE

  1. Cuida tu lenguaje, los niños y niñas aprenden por imitación, aprenden a hablar y a expresarse imitando a las personas cercanas que escuchan.
  2. Emplea juegos y canciones para estimular el reconocimiento de sonidos
  3. Incentívales a leer, comienza leyéndoles cuentos
  4. Deja que se expresen, no hables por ellos, pregúntales
  5. Integrales en conversaciones y debates familiares.
  6. Procura hablar despacio con entonación, pero no hables como ellos, utiliza tus expresiones y palabras para que los pequeños las aprendan.




Recursos que favorecen la comunicación


  • Los distintos ámbitos donde haya personas que le hablen y lo escuchen al niño con respeto y atención, de acuerdo a sus posibilidades de comprensión y uso del lenguaje, propiciarán su desarrollo lingüístico.
  • Más importante que hablarle mucho o “invadirlo de discursos”, es hablarle con palabras y frases que se adecúen a sus posibilidades de comprensión. El niño muestra verbalmente y/o a través de sus comportamientos cuando no comprendió lo que se le dijo.

1.    Miremos al niño a los ojos y al rostro mientras le hablamos
2.   Debemos hablarle despacio y ser pacientes para escucharlo
3.   Es conveniente y no sólo para el desarrollo del habla nombrar los estados de ánimo que el niño o la familia expresan, alegría, tristeza, enojo, dolor, esperanza y también sus motivos ya que facilita la comprensión de los mismos, genera confianza y permite que sus experiencias sean más seguras y confortables
4.   Elogiemos sus logros y esfuerzos para hablar. No corrijamos su gramática diciéndole “lo dijiste mal” solo debemos reproducir su frase con un ejemplo correcto. Además las expresiones de elogio permiten que el niño se apropie de ellas para gratificarse o gratificar a otros al usarlas
5.   Las expresiones de desaprobación debemos limitarlas en su uso y sólo emplearlas para frenar comportamientos de riesgo, violentos o antisociales tratando de redireccionar los mismos utilizando palabras que lo orienten hacia comportamientos saludables y positivos mostrándole lo que está bien y lo que es seguro
6.   Los adultos debemos hablar como adultos. Hablar con la manera de un niño pequeño puede resultar gracioso para nosotros pero no lo ayuda a desarrollar y perfeccionar su lenguaje. El niño pequeño es capaz de entender más palabras de las que puede decir
7.   Siempre tengamos presente que una conversación tiene 2 interlocutores, permitamos entonces al niño expresarse dándole tiempo y espacio para hacerlo, respetando y promoviendo la alternancia de los turnos para hablar. El juego del teléfono, por ejemplo, facilita este aprendizaje
8.   Hablémosle de las cosas que le interesan, que llamen su atención o despertemos previamente su interés; luego podemos enriquecer sus oraciones y orientar su significado y pronunciación
9.   Usemos otras expresiones corporales para comunicarnos: los gestos, la mímica de la cara o las posturas del cuerpo son recursos que facilitan la comprensión y enriquecen el diálogo
10. Hay momentos que son más propicios para hablar y debemos aprovecharlos: el baño diario, las comidas, los paseos
11.     Mencionar y repetir los nombres de cosas y personas presentes, también las simbolizadas en imágenes e ilustraciones y describir sus formas, colores, belleza, ubicación, semejanzas y diferencias, etc





¿Qué hacer para fomentar el desarrollo del lenguaje en los niños?
  • Hay que estimular al niño para la actitud verbal desde que nace; hablarle aunque creamos que no nos entiende. No le aturdáis, pero contarle lo que vais a hacer, lo que estáis haciendo, a dónde vais, etc. Hacerle preguntas para que él también hable.

  • Dejar siempre un espacio para que el niño exprese sus deseos, necesidades, sentimientos y pensamientos. Siendo pacientes hacia su dificultad de expresión, que cada vez será más fluida. Cuando le preguntéis algo, dejadle tiempo para que responda. Y cuando le pregunten a él, esperar a que sea él quién conteste. No os adelantéis a su respuesta.

  • Utilizar palabras correctas para designar los objetos, acciones y situaciones. El lenguaje infantil es muy gracioso para los niños, pero no para los adultos.

  • Hablarles en un tono de voz correcto. No se puede pedir a un niño que no grite si los adultos de su alrededor lo hacen. Respetar y hacerle respetar los turnos de palabra. Esto se lo exigimos al niño, pero pocas veces se lo respetamos.

  • No hacer comentarios negativos acerca de su lenguaje delante de él.

  • Ante los enunciados de vuestro hijo, siempre tratar de extenderlos y expandirlos. Ello significa lo siguiente:

    1. Expansión sintáctica: él dice “Coche grande” y vosotros le decís: “Sí, es un coche grande”. Es decir, habéis introducido nuevos elementos sintácticos para alargar sus frases e introducir los elementos nexo del lenguaje.
    2. Extensión semántica: él dice “Mira, un coche grande” y vosotros le decís: “Sí, es un coche grande y muy bonito”. Así, en este caso, aumentáis el contenido semántico, introducís palabras con significado.
  • Festejar su esfuerzo y felicitarle cuando lo haga bien. Si lo hace mal, no le digáis nada. Sólo le dais el modelo correcto, pero sin que él se vea corregido constantemente.

  • Fomentar en el niño el gusto por la lectura. Seleccionando los libros adecuados a su edad y capacidad lectora. Cuando el todavía no sepa leer, tomarnos un ratito cada noche para leerle un cuento; si no entiende una palabra, hay que explicársela y relacionarla con otras que sí entienda para ir ampliando su vocabulario.