sábado, 1 de agosto de 2015

EL DESARROLLO DE DEL LENGUAJE DE 0_6

  

EL DESARROLLO DE DEL LENGUAJE DE 0_6



EL DESARROLLO DEL LENGUAJE DE LOS 0-6 AÑOS


El lenguaje es una de las conductas primarias que separa a los humanos de las especies animales, ya que este es el gran instrumento de hominización. Es una habilidad de gran significación en las oportunidades de éxito del niño en la escuela.Además de ser el vehículo, para la adquisición de nuevos conocimientos y es, sobretodo, la expresión en su máximo esplendor del pensamiento.El desarrollo del lenguaje implica muchos aspectos:

•Cognitivo
, a nivel de la corteza cerebral donde se recibe, procesa y elabora la información y donde se ponen en marcha diversos procesos como la atención y la memoria.

•Social-afectivo
porque el lenguaje implica comunicarse con otras personas.

•Auditivo
para la percepción auditiva adecuada y la comprensión del lenguaje.

•Motor 
(aparato fonador) para la articulación de los sonidos y la adecuada expresión verbal.

Del nacimiento al mes y dos meses de edad

Desde que nace hasta más o menos, el final, del primer mes, la única expresión que se oye del bebé es el llanto, que es la primera manifestación sonora puramente mecánica o refleja y, como tal, indiferenciada en cuanto al tono, sea cual fuere la razón de su estado.
Con el llanto, el bebé pone en funcionamiento el aparato fonador, permitiéndole también la necesaria oxigenación de la sangre y el establecimiento de la respiración normal.


Pasando este período, por lo general al inicio del segundo mes, el llanto ya no es un fenómeno o manifestación mecánica e indiferenciada, sino que el tono del sonido cambia con el contenido afectivo del dolor, el hambre u otra molestia; es decir, la variación de la tonalidad está relacionada con el estado de bienestar o malestar del bebé. Con, el llanto el bebé logra comunicar sus necesidades al mundo que le rodea y, como se da cuenta de que gracias al llanto sus necesidades son satisfechas, lo usará voluntariamente, ya no siendo entonces un mero reflejo o sonido indiferenciado.
De esa manera el bebé va comunicándose con su entorno próximo, especialmente con su madre, comprendiendo cada vez mejor lo que ésta le comunica, aunque sea incapaz de expresarlo.


 De tres a cuatro meses de edad

Al inicio del tercer mes el bebé produce vagidos, sonidos guturales y vocálicos que duran de 15 a 20 segundos. Responde a sonidos humanos mediante la sonrisa y, a veces, con arrullo o murmullo. Aquí la forma característica del grito del bebé puede ser una llamada expresiva relacionada con alguna necesidad, tal como el grito de incomodidad.
A esta edad ya distingue entre los sonidos: /pa/, /ma/, /ba/, /ga/. Sus vocalizaciones ya pueden mostrar alegría; sus manifestaciones de placer las expresa mediante consonantes guturales "ga.ga", "gu.gu", "ja.ja", mientras que su displacer mediante consonantes nasalizadas como "nga", "nga".

El bebé sabe distinguir, también, las entonaciones afectivas, reaccionando con alegría, sorpresa o temor ante el tono de voz, especialmente de sus padres.
A los tres meses aparece el balbuceo o lalación, que consiste en la emisión de sonidos mediante redoblamiento de sílabas como "ma...ma", "ta...ta" y otras.

El interés del niño por las personas, así como su comunicación, que estaba limitada únicamente a lo afectivo durante el 2do. y 3er. mes de vida, comienza a ampliarse hacia los objetos entre el 3er. y 4to. mes.

De cinco a seis meses de edad

El balbuceo o primer intento de comunicación que apareció alrededor de los tres meses de edad, se extiende hasta el octavo o noveno mes, progresando en el quinto y sexto mes hacia aquello que se denomina "imitación de sonidos". Esto comienza en forma de autoimitaciones de los sonidos que el mismo niño produce (reacción circular). Más tarde empieza a repetir sonidos que el adulto u otro niño produce.
En esta edad se dan estructuras de entonación claramente discernibles en ciertas vocalizaciones en las que pone énfasis y emoción. Las primeras emisiones vocálicas son realizaciones fonéticas que aparecen en el siguiente orden:
• /a/ y variantes próximas al fonema /e/, aunque antes suelen emitir sonidos similares a /oe/
• Posteriormente aparece la /o/ y
• Finalmente la /i/, /u/.
Los sonidos de las consonantes aparecen posteriormente en el orden siguiente:
• Labiales :              p    (pa-pa)
                                m    (ma-ma)
                                 b    (ba-ba)
• Dentales :              d    (da-da)
                                 t     (ta-ta)
• Velopalatales :       g     (ga-ga)
                                j     (ja-ja)
Al respecto Jakobson (1974) sostiene que la adquisición de los fonemas van desde los más contrastados, que son los que se encuentran en todas las lenguas (universales fonológicos –oposición consonante-vocal–), a fonemas menos contrastados, propios de cada lengua en particular. Así, la /a/ es la primera vocal que se adquiere y la /i/, /u/ son las últimas. Las primeras consonantes que aparecen son la /p/, la /m/ y la /b/, y las últimas que se adquieren suelen ser las laterales /l/ y las vibrantes /r/.
De esta manera el niño al sexto mes suele emitir los primeros elementos vocálicos y consonánticos, siendo un progreso importante con respecto a los gritos y distintos sonidos laríngeos de los primeros meses de vida. Posteriormente, a medida que el niño progresa, poco a poco irá sustituyendo la comunicación gestual por el lenguaje verbal.


 De los siete a los ocho meses de edad

Hasta los 6 ó 7 meses el niño se encuentra como "polarizado", vigilante y pendiente del adulto. Pero, el mismo niño que inició el contacto con el adulto mediante señales de llamada (gestos), cambia notablemente a partir de los 7 u 8 meses debido al desarrollo de sus habilidades motoras y posturales, "abandonando" un poco al adulto, iniciando su autoafirmación, basado en los logros que obtiene con su nueva capacidad exploratoria, tanto en su propio cuerpo como en los elementos próximos a su entorno.
En esta edad el niño realiza múltiples vocalizaciones espontáneas, tanto vocálicas como consonánticas y hasta sílabas y diptongos. Estas vocalizaciones próximas a la palabra, son las que conducirán pronto al niño a emitir sus primeras palabras. Aquí las vocalizaciones alternantes entre la madre y niño, permitirán el acceso temprano al lenguaje.


 De los nueve a los diez meses de edad

En esta subetapa puede que el niño empiece realmente a decir palabras cortas, pero normalmente esto no es más que la repetición de lo que dicen los demás, pues es todavía imitación. Aquí las respuestas del niño son ajustes diferenciales entre la muestra y la expresión de los interlocutores que entran en relación con él, mostrando de una manera patente la comprensión de algunas palabras y/o expresiones aisladas.
El niño muestra especial interés por imitar gestos y sonidos y por comunicarse, lo cual le induce a aprender rápidamente el lenguaje. Esto hace que se entregue a repeticiones espontáneas que suelen ser reforzadas por los padres, quienes también imitan y repiten varias veces con él.
Estos hechos hacen que sus vocalizaciones sean mucho más variadas, contando en su repertorio con tres a cinco palabras articuladas. Pero, dado que el pequeño no dispone todavía de la aptitud necesaria para la expresión oral, se ve obligado a simplificar el lenguaje adulto. Así por ejemplo, la expresión "pa...a" del niño, señalando con su mano la panera, corresponde a la frase: "Dame pan, mamá", la misma que irá superando progresivamente.

 De los once a doce meses de edad

El niño de 11 meses cuenta en su repertorio lingüístico con más de cinco palabras. En esta edad el niño emplea idénticas palabras que el adulto, pero no les atribuye el mismo significado. Sin embargo, a medida que va progresando en este proceso, los significados que va atribuyendo a las palabras se van aproximando a los significados atribuidos por el adulto.


Estas simplificaciones del lenguaje adulto que se observan en esta edad, según Stampe e Ingram (1976), se deben atribuir al intento de reproducir las palabras del adulto y no a la imperfección de las percepciones auditivas del niño. Tales simplificaciones pueden consistir en:
• Síntesis de un segmento o trozo del habla adulta: "caca" para decir: "mamá, dame bacín".
• Sustitución: dice "topa" en vez de decir "sopa".
Sustituye la fricativa /s/ por la oclusiva /t/, que es más fácil de articular.
• Supresión: dice ".opa" en vez de "sopa".
De esta forma el niño se ve obligado a simplificar el lenguaje adulto, sin que esto signifique que no comprenda, sino que su capacidad expresiva es todavía bien limitada. Empero, según algunos especialistas, a los 11 ó 12 meses el niño suele articular ya sus primeras "palabras" de dos sílabas directas: "mamá", "papá", "caca", "tata", dando inicio a la siguiente etapa denominada lingüística o verbal, sustituyendo progresivamente el lenguaje gestual y "superando" la simplificación del lenguaje adulto a medida que va incrementando su léxico.

De 1 a 2 años

  • Verbaliza palabras, combinando sonidos de la lengua (idioma) reconocibles por el adulto, ampliando considerablemente su repertorio léxico.
  • Utiliza una sola palabra con la intención de comunicar mensajes más amplios. Ejemplo: dice “papá” para expresar: ahí está papá, donde está papá, quiero ir con papá.
  • Intenta reproducir palabras que escucha en su medio sociolingüístico.
  • Participa de la interacción verbal: escucha cuando le hablan y responde usando los recursos que posee. Usa gestos y entonaciones diferentes según interrogue, pida, ordene, se queje, etc..
  • Comprende y reconoce nombres de personas, objetos, referencias a acciones, situaciones y lugares conocidos, algunas partes del cuerpo, interrogaciones con palabras ¿qué? o ¿dónde?.


De 2 a 3 años

  • Realiza inicialmente combinaciones de dos palabras. Ejemplo: “agua más” – “mamá acá” (frase rudimentaria) y progresivamente incrementa la cantidad de combinatorias de palabras y va perfeccionando la organización, la estructura de los enunciados hasta lograr formular una frase simple pero completa conformada por cuatro o más palabras. Ejemplo: “no está la abuela”.
  • Puede referirse a objetos, personas y situaciones que no están presentes en el momento que las menciona.
  • Interroga – ordena – afirma- niega.
  • Dice “mi”, “mío”, su nombre propio y “yo” auto señalándose, tocándose el cuerpo.
  • Progresa en la comunicación verbal de frases que incluyen pronombres, sustantivos, verbos, adjetivos y algunos adverbios.


De 3 a 4 años
  • Usa la palabra “yo” para auto referirse, para representarse a sí mismo.
  • Se produce el gran despliegue del lenguaje.
  • Comprende y construye frases progresivamente más completas, complejas y extensas.
  • Perfecciona su dicción, pronunciando correctamente todas las palabras con sus respectivos sonidos alrededor de los 4 a 4½ años.
  • Conoce y nombra colores y utiliza plurales
  • Inicia sus primeras referencias temporales al pasado y al futuro
  • Interroga usando la forma “porqué?” con diversas intenciones: mantener el diálogo, pedir razones, requerir más información, etc.


De 4 a 6 años






  • Es un gran charlatán, tiene un vocabulario extenso y forma oraciones completas
  • Se expresa en pasado y en futuro
  • Cuenta historias e inventa situaciones. Realiza juegos de palabras (chistes y absurdos verbales)
  • Reconoce las letras del alfabeto, escribe su nombre y copia otras palabras

OTRA  CLASIFICACIÓN 



Bebé
Nacimiento a 3 meses
Emite suaves gorjeos cuando está satisfecho. Éstos consisten normalmente en una simple vocal, como aaaaa.
 
2 a 3 meses
Llora de manera distinta, dependiendo de la situación. A medida que vayas conociendo a tu bebé, podrás distinguir cuándo llora por hambre o por cansancio, por ejemplo.
 
3 a 4 meses
Entona la mayoría de las vocales, pero sus gorjeos se vuelven un poco más sofisticados, con sonidos más variados.
 
5 a 6 meses
Practica su entonación, bajando y elevando la voz, con frecuencia en respuesta a lo que le digas en tono cariñoso y a tus expresiones faciales. 
Alerta: Si tu bebé no vocaliza ningún sonido cumplidos los 6 meses de edad, habla con tu médico.
 
7 a 12 meses
Comienza a balbucear, haciendo nuevas combinaciones de sonidos (cadenas de sílabas) y entonaciones. Trata de imitar tu conversación al juntar consonantes y vocales (ej. "ba-BA-ba" o "di-di-da"). Simula conversaciones contigo alternando turnos para "hablar". En este balbuceo, predominan los sonidos de su lengua materna, pero también existen otros sonidos. A partir del noveno mes, sus sonidos serán cada vez más parecidos a los tuyos.

1 a 3 años

 
12 meses
Ya dijo su primera palabra. Sabe unas cinco palabras lo suficientemente bien para usarlas.
 
14 meses
Utiliza la inflexión (por ejemplo, eleva la voz al final de una pregunta como "¿más?") y gesticula con sus manitas para complementar su diálogo.

Alerta: Si tu niño no dice palabra alguna cumplidos los 15 meses de edad, llévalo al médico.
 
16 meses
Habla con alguien la mayoría del tiempo en lugar de balbucear. Trata de llamar tu atención ("¡Mamá!") y mueve su cabeza para decir sí y no. Emite sonidos con las consonantes más comunes: t, d, p, b, m, gu.
 
18 meses
Tiene un vocabulario de cinco a 20 palabras, incluyendo nombres ("mamá"), verbos ("beber"), y adjetivos ("bueno"). Usa frases comunes ("quiero pan") para pedir cosas.
 
De 18 a 24 meses
Comienza a decir frases de dos palabras para expresar lo que sucede a su alrededor ("papi fué", "cayó leche").
 
24 meses
Conoce de 150 a 300 palabras. Emplea enunciados cortos de dos o tres palabras con muchas pausas (¡Bebé ... se cayó!" "¿Yo voy ... escuela?").
 
2 a 3 años
Puede mantener una conversación simple acerca de algo en su entorno inmediato. Hace muchas preguntas simples. Amplía sus frases a enunciados compuestos de tres a seis palabras y desarrolla un vocabulario de 450 palabras, incluyendo muchos verbos. Utiliza el pasado simple, enfatizando en las vocales al final de los verbos ("corrió") y en el caso del plural agrega una "es" a los sustantivos ("cafeses"). Usa pronombres (yo, ella, nosotros) correctamente.

Alerta: Si tu hijo de 2 o 3 años repite tus preguntas en vez de contestarlas, díselo al médico. Podría indicar un trastorno del lenguaje.

3 a 5 años


3 a 4 años
Puede hablar y jugar al mismo tiempo. Conoce de 800 a 1,000 palabras y entre sus favoritas se incluyen por qué, qué y quién. Puede hacerse entender la mayor parte del tiempo. Puede decirte qué sucedió cuando no estabas presente.

Alerta: Puede parecer que tu hijo tartamudea si se enreda con las palabras al comunicarse con mucha emoción. Esto es perfectamente normal. Sin embargo, si continúa por más de seis meses y hace muecas o tensa la mandíbula cuando trata de expresarse, consulta con un especialista en patologías del lenguaje.
 
4 a 5 años
Se comunica fácilmente y su vocabulario tiene ya unas 2,000 palabras. Puede repetir una historia simple con inicio, desarrollo y desenlace mientras ve imágenes. Puede emplear de cuatro o cinco frases para describir una fotografía con la mayoría de los elementos gramáticos en el lugar correcto. Pronuncia casi todos los sonidos correctamente, aunque todavía puede tener problemas con las letras z, rr, r, s, ll y ñ). Usa muchas palabras descriptivas, incluyendo aquellas relacionadas con los tiempos como "ayer".

A partir de 6

6 a 7 años
Puede describir la diferencia o similitud entre dos objetos, repetir una historia o evento sin ayuda de imágenes y recordar conversaciones y sucesos pasados. Emplea algunos sustantivos y adjetivos irregulares en plural (ej. "zapatos tenis", "cafés").
 
8 años
Domina todos los sonidos del diálogo y su ritmo, entonación y volumen. Usa adecuadamente los enunciados complejos y compuestos, y es capaz de mantener una conversación con un adulto.



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